En la
mitología griega Sileno (en
griego Σειληνός o Σιληνός) era un viejo
sátiro, dios menor de la embriaguez. Era el padre adoptivo, preceptor y leal compañero de
Dioniso, el dios del
vino. Su equivalente en la
mitología romana era Silvano, cuyo nombre significa simplemente «de los bosques».
Sileno suele considerarse hijo de
Hermes, como sucede con la mayoría de los sátiros, pero en otras tradiciones se le hace hijo de
Pan con una
ninfa, o de Pan con
Gaia. Como con Dioniso, se situaba su lugar de nacimiento en Nisa (
Asia).
Sileno era tristemente célebre por sus excesos con el alcohol, pues su amor por el vino no conocía límites. Por ello solía estar borracho y tenía que ser sostenido por otros sátiros o llevado en burro. Sin embargo los de su raza no podían seguir bebiendo indefinidamente como habrían querido, pues eran mortales como se deduce de sus tumbas, halladas tanto en la tierra de los hebreos como en
Pérgamo.